Nuestro Ribi Vs Rashbi y Najman
- Rab Dan ben Avraham

- 16 may
- 3 Min. de lectura
Las diferencias en las enseñanzas del Ribí, de Rashbi y de Rabi Najman
Por Dan ben Avraham sobre Lag ba’Omer

El día de Lag ba’Omer (día 33 de la cuenta del Omer) donde los seguidores de Shimon Bar Yojai, (en hebreo: שמעון בר יוחאי, o Rashbi por sus siglas) viajan a su tumba en Merón, Galilea, Israel, para celebrar su muerte y su legado. Aunque nosotros, como discípulos del Ribi no tenemos esa costumbre, es importante subrayar la diferencia entre nuestro Ribi Yehoshua y otros grandes Rabinos de nuestro pueblo Israel.
En esta entrega, quiero hablar de las enseñanzas del Ribi, en contraste con las enseñanzas del Rashbi y las de Najman de Breslev.
El RIBI (Rabenu Yehoshua Bar Yosef), en la primera parte del primer siglo, afirmó que el Padre le había dado potestad para hacer milagros y finalmente resucitar a sus seguidores en los días del fin de esta presente:
“Esta es la voluntad del Padre: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”. (Yojanán 6).
Luego vino Rashbi (Shimón Bar Yojai), en la primera parte del segundo siglo, y prometió a sus seguidores que haría “salvación y milagros”. (Zohar)
Después vino Najman de Breslev y prometió a sus seguidores rescatarlos del Gehinom (infierno), incluso si tuviera que hacerlo “tomándolos por los pelos”. (Likutei Moharan)
Hoy día, decenas de miles de judíos viajan a Merón, Israel, donde está el sepulcro del Rashbi, o a Uman, Ucrania, donde está el sepulcro de Najman de Breslov, creyendo que ambos pueden interceder por ellos y hacerle milagros, aun cuando ambos están muertos.
Nosotros, los seguidores del Ribi, no podemos ir a su tumba, porque está vacía, el Ribí fue resucitado por el Padre y sentado a Su diestra, y desde allí, vivo, intercede por nosotros, habiéndonos dejado una transparente promesa: “Todo lo que pidieras al Padre en mi Nombre, yo lo haré”.
¿Permite la Torá la hechicería o consultar a los muertos?
Nuestras prácticas se fundamentan en la enseñanza de Moshé Rabenu, que nos prohíbe categóricamente ningún intento siquiera de comunicación con los muertos, mucho menos rezarles a los muertos. Como está escrito en la Sagrada Torá: “No se halle en ti …. Nadie que consulte a los muertos” (Devarim | Deut. 18:11,11)
También está escrito: “¿No deberá consultar el pueblo directamente a su Dios? ¿Acaso consultan los vivos a los muertos”? (Yeshayahu Isaías 8:19)
Está clarísimo que la Torá y los profetas, no solo prohíben la práctica hechicera de consultar los muertos, pero además destaca la inutilidad e inadecuación de buscar consejo en los muertos. La Torá promueve una teología de la intercesión dirigida exclusivamente a Dio Altísimo y nadie más, sin intermediarios. Sobre esto nos enseñó al Ribi: “Todo lo que pidas al Padre…” y también enseñó a orar a sus estudiantes diciendo que deben dirigirse, exclusivamente, a “Nuestro Padre que está en los cielos”.
Nuestro Ribí, fue muy claro en sus palabras al enseñar que las oraciones deben estar dirigidas exclusivamente a Dio Altísimo, no a Moisés, ni a los profetas, a ningún Rabino y ni siquiera a él como Mesías dirigir las oraciones, sino solo a Hashem Elohenu.
He aquí la diferencia...
Esta es una de las grandes diferencias entre el Ribi y el Rashbi y Najman.
Cada cual debe decidir a dónde ir para encontrar respuestas a sus ruegos y recibir los milagros del Shamayim. Incluso hay muchos relatos, historias y midrashim de nuestro Pueblo donde grandes jajamim enseñaban a solo orar a Di-s, el único que tiene el poder y la fuerza para contestar nuestras tefilot (oraciones).







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