Un proverbio: confianza

“Confía en el Eterno con todo tu corazón, y sobre tu entendimiento no te apoyes.” Mishlé (Proverbios) 3:5

Antes de entrar en materia, analizaremos la palabra que nos compete y encabeza este proverbio: CONFIANZA. Según el diccionario Larousse, la palabra “confianza” significa esperanza firme que se tiene en una persona o cosa; tener confianza en lo porvenir, sinónimo de esperanza y seguridad. Sin embargo, se hace necesario traer a la palestra literaria la palabra “confianza” desde la óptica del Alef-Bet o idioma hebreo, ya que fue el idioma que el Eterno diseñó y escogió para escribir los rollos de la Tora.

“Confianza” en hebreo es emun אמון (confianza), cuya raíz etimológica viene de la palabra hebrea emuna אמונה (fe). Ahora bien, vamos a chequear los valores gemátricos o matemáticos de ambas palabras. אמון Emun (confianza), con un valor extendido de 97 y un valor comprimido de 7; mientras que la palabra אמונה Emuna (fe) tiene un valor extendido de 102 y un valor comprimido de 3.

De manera que אמון Emun (confianza) equivale a 7 y siete nos remonta al séptimo día de la creación, el ¡Shabat! Confianza es lo que el Eterno siembra en toda la humanidad y la creación en pleno. Como dice nuestro Rab Dan ben Avraham, el Eterno hace una terapia física y espiritual en nuestros cuerpos, es decir, nuestros cuerpos se alinean a la santidad y a la sanidad de la que nos hablaban las evidencias coyunturales de los milenios anteriores a través de nuestros profetas y sobre todo, de nuestro Santo Ribi, Yeshua el Melej Hamashiaj.

Mientras, que por otro lado encontramos la palabra אמונה Emuna (fe), con un valor de 3. Ese numero 3 alude a las tres letras de la palabra אמת Emet (verdad).

También el numero 3 evoca a los tres patriarcas: Abraham, Isaac y Yaacob. Si sumamos ambos resultados gemátricos, obtendremos 7+3=10. Diez representa los Aséret Hadibrot (los diez mandamientos); los diez judíos necesarios para completar miniam y poder sacar la Torah para el servicio de Shabat; las diez emanaciones o Sefirot que reposan en nuestro cuerpo donde el Eterno quiso establecer Su templo.

La confianza y la fe juntas desatan una acción sustentada en “hechos”, por ejemplo, la fe genuina siempre va acompañada de una acción, porque ella está fundamentada en las cinco columnas inamovibles de los cinco libros de la Tora.

“Pero sin fe obediente es imposible agradar a Di-s, ...” Código Real Carta a los Judíos (Hebreos) 11:6