Vayakhel para mujeres: Arquitecta espiritual

Parasha para mujeres: Las Mujeres: Arquitectas del Hogar y la Fe

Parashat Vayakel: La unidad y el poder de construir con propósito

Querida amiga,

Hoy quiero compartir contigo algo hermoso que nos enseña la Parashat Vayakel (וַיַקְהֵל). En éxodo 35:1-38:20, vemos al pueblo de Israel uniéndose para construir el Mishkán, el Tabernáculo, el lugar donde la presencia de Dios habitaría en medio de ellos. No era un proyecto cualquiera, sino la materialización del anhelo de tener a Di-s en su vida cotidiana.

Piensa en esto: el Mishkán no se construyó solo. Fue un esfuerzo colectivo, donde cada persona aportó con lo mejor de sí. Y, lo más hermoso, las mujeres tuvieron un papel fundamental. Ellas donaron sus joyas, tejieron las telas sagradas y fueron parte activa en la creación de un espacio santo.

Las mujeres como constructoras del hogar

Así como las mujeres contribuyeron a construir el Mishkán, tú también eres una arquitecta. Pero no de un edificio físico, sino de tu hogar, de tu familia y de la generación que está por venir. Cada palabra que dices, cada decisión que tomas, cada acción, tiene el poder de edificar o de destruir.

El Rey Salomón nos dice en Mishle / Proverbios 14:1:

חֳכִמות בֵּתֶה תַּכִמתִּה וּאֲוֹלתִּה בַּידִיינְּּתַהּוֹן

“La mujer sabia edifica su casa, pero la necia con sus manos la derriba.”

Dime, ¿qué tipo de mujer quieres ser? ¿Una que fortalece su hogar con amor, fe y paciencia? ¿O una que, sin darse cuenta, debilita su casa con palabras hirientes y decisiones apresuradas? Recuerda, amiga, que cada palabra y cada acto tuyo tiene peso y significado.

Un hombre necesita una mujer que lo inspire

En el mundo, muchas veces se habla del liderazgo del hombre. Pero, ¿qué sería de un hombre sin una mujer sabia a su lado? El éxito espiritual de un hombre está profundamente ligado a la labor de su esposa, su madre o su hermana. La Torá dice en Bereshit (Génesis) 2:18:

לֶא־טֶָב הֵיוֹת הַאֶדִם לֶבֶדוֹ אֶעֶשִׁהלַוֹ כִּנֶגֶדָו

“No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para él.”

La palabra hebrea “עֶזֶר כִּנֶגֶדָו (ezer kenegdó)” no significa simplemente ayuda. Es una ayuda activa, una compañera que desafía, que aconseja, que empuja a su esposo a ser mejor.

Imagínate el Mishkán / Tabernáculo sin la colaboración de las mujeres. Habría sido solo un sueño, un proyecto sin alma. Así mismo, un hombre sin una mujer sabia a su lado estaría incompleto.

Tu lugar en la historia

El Midrash nos dice que fueron las mujeres las que inspiraron a los hombres a donar generosamente para la construcción del Mishkán. No solo dieron de lo que tenían, sino que lo hicieron con corazón y alegría. ¡Ese es tu poder! Ser una mujer que inspira, que motiva, que enciende la llama de la fe en su hogar.

Yeshúa también resaltó la importancia de la mujer. En Lucas 10:38-42, encontramos a Marta y a Miriam. Mientras Marta estaba ocupada con los quehaceres del hogar, Miriam eligió sentarse a los pies de Yeshúa y aprender.

“Y el Rábi, respondiendo, dijo: "Marta, Marta, afanada y turbada, estás por muchas cosas, pero una cosa es más importante y Miriam ha escogido la mejor parte y no le será quitada".” (Hilel / Lucas 10:42)

Esto nos recuerda que sí, tenemos responsabilidades, pero también debemos dedicar tiempo a fortalecer nuestra alma y nuestra relación con HaShem.

Construyendo un hogar donde HaShem habite

Querida amiga, cada vez que decides actuar con amor, cada vez que corriges con sabiduría, cada vez que guías a tu familia en la fe, estás construyendo un Mishkán en tu hogar.

Pide a Di-s que te dé fuerzas para ser esa mujer sabia. Inspira a tu esposo, a tus hijos, a quienes te rodean. Que tu hogar sea un lugar donde la Presencia Divina pueda habitar.

Hoy te animo a que tomes un momento para reflexionar. ¿Cómo puedes fortalecer tu hogar? ¿Qué palabras puedes decir que edifiquen? ¿De qué manera puedes ser esa mujer sabia que construye con amor y fe?

Que el Eterno te bendiga y te llene de sabiduría.

Con amor, tu amiga en la fe.

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