¿Qué quiso decir Yeshua en Mateo 15:11?
- Rab Dan ben Avraham
- 27 mar
- 4 Min. de lectura
Pregunta recibida: ¿Qué quiso decir Jesús en Mateo 15:11? Una respuesta desde la perspectiva desde la Halajá y el contexto judío.

Gracias por tu valiosa pregunta. Es fundamental que quienes trabajamos en el acercamiento a las raíces hebreas del cristianismo respondamos con amor, profundidad y fidelidad a la Torá. La pregunta que planteas es una de las más comunes en el diálogo entre cristianos y judíos: ¿Jesús anuló las leyes alimentarias de la Torá? ¿Es verdad que con solo orar se puede comer cualquier cosa?
El texto citado por muchos cristianos es Mateo 15:11, que dice:
“No lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al hombre”.
A continuación, el comentarista añadió un paréntesis que no fue dicho por Jesús: (Eso dijo haciendo puros todos los alimentos). A partir de este versículo, y el paréntesis añadido, muchos concluyen que Jesús eliminó la prohibición de comer animales impuros, como cerdo, mariscos, etc. Sin embargo, una lectura más cuidadosa del contexto histórico, cultural y lingüístico, junto con el conocimiento de la Halajá (la ley judía), nos lleva a una conclusión distinta.
1. Contexto inmediato del versículo
Mateo 15:1–20 relata una discusión entre Yeshúa (Jesús) y algunos fariseos sobre el lavado ritual de manos antes de comer pan, una costumbre rabínica de purificación conocida como Netilat Yadayim. Esta práctica no tiene base directa en la Torá escrita, sino en la tradición oral.
Yeshua responde que lo que contamina al hombre no es comer pan sin haberse lavado ritualmente las manos, sino los malos pensamientos, palabras y acciones que salen del corazón. En ningún momento Jesús está hablando sobre cambiar las leyes dietéticas de la Torá. El tema es la pureza ritual, no los alimentos prohibidos.
El versículo 20 lo aclara:
“Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre”.
Observa: "comer sin purificarse las manos", nunca dice: "comer de todo". El punto de Yeshua no son los alimentos, solo el ritual de purificación de las manos ( Netilat Yadaim).
Por lo tanto, interpretar Mateo 15:11 como una anulación de la kashrut (instrucciones sobre la alimentación) es sacar el texto de su contexto.
2. Jesús no anuló la Torá
Yeshúa mismo dijo con claridad en Mateo 5:17–19:
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir […] Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”.
Estas palabras deben tomarse en serio. Si Jesús dice que ni una letra de la Torá pasará, no es lógico suponer que anuló una parte tan significativa como las leyes dietéticas.
3. La halajá sobre alimentos impuros sigue vigente
Desde la perspectiva de la halajá judía, que regula la vida del pueblo de Israel desde hace miles de años, las leyes de Levítico 11 y Deuteronomio 14 son vinculantes. El pueblo judío, incluyendo a los primeros discípulos de Yeshúa, continuó observando la kashrut.
Esto lo confirma el libro de los Hechos:
• En Hechos 10, Pedro tiene una visión de animales impuros, pero al despertar dice: “Señor, jamás he comido nada profano o inmundo” (v.14). Y la interpretación de la visión no es sobre comida, sino sobre aceptar a los gentiles como parte del pueblo de Dios. Si Yeshua hubiera enseñado que desde ahora eran limpios todos los alimentos, Pedro no habría protestado. Si protestó y no comió, es porque nunca su maestro habría enseñado lo contrario.
• En Hechos 21:24, se le pide a Pablo (Shaúl) que demuestre que “también tú guardas la ley”, participando en un rito de purificación en el Templo. Esto indica que incluso décadas después de la resurrección de Yeshúa, sus seguidores seguían cumpliendo la ley de Moisés.
4. ¿Qué significa: “santificar con oración”?
Muchos citan 1 Timoteo 4:4–5:
“Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y la oración es santificado”.
Pero este pasaje debe entenderse a la luz del versículo anterior (v.3): “prohíben casarse, y mandan abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes”.
Es decir, Dios creó ciertos alimentos para ser comidos, y esos alimentos, cuando se reciben con gratitud y conforme a la Palabra (Torá), son santificados. En otras palabras: lo que Dios creó como alimento limpio, es santificado por la oración. Pero Dios nunca declaró como alimento al cerdo, al camarón, al ratón o al buitre.
Por lo tanto, no se trata de comer cualquier cosa con oración, sino de comer lo que la Palabra de Dios ha definido como apto para el consumo humano. La oración no convierte lo impuro en puro, porque Dios ya estableció lo que es puro y lo que no lo es.
5. Mensaje para los cristianos sinceros
Es importante hablar con respeto y comprensión a nuestros hermanos cristianos. Muchos de ellos no han sido enseñados sobre las raíces hebreas de su fe. Podemos decir:
“Jesús era judío, y vivió como judío observante. Él no comía cerdo ni camarones, y nunca enseñó a otros a hacerlo. Los primeros discípulos también eran judíos fieles. Si nosotros queremos seguir el ejemplo de Jesús, deberíamos vivir como él vivió, respetando la Palabra de Dios y sus mandamientos.”
Conclusión
Mateo 15:11 no enseña que se puede comer animales impuros. Yeshua está hablando del lavado ritual de manos, no de la kashrut. La Torá no ha sido abolida, y las leyes dietéticas siguen vigentes para el pueblo de Israel y para aquellos gentiles que desean acercarse a las raíces de la fe bíblica. Invitamos a todos los que aman a Dios a volver a Su Palabra, no según doctrinas humanas, sino según las Escrituras inspiradas y las prácticas del Mesías y sus apóstoles.
Con cariño y compromiso con la Torah y la verdad,
Rav Dan
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