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Recordando a Jerusalem y Ayuno del 4to mes

Foto del escritor: Rab Dan ben AvrahamRab Dan ben Avraham

Actualizado: 23 jul 2024

Queridos Talmidim: Shalom Ubrajot!

El día 17 de nuestro Cuarto Mes a partir de nuestra salida de Egipto marca uno de los conocidos ayunos de duelo. Usualmente esta fecha hebrea cae entre los meses de junio y julio. Aunque no debo todavía establecer nombres específicos, sí ha sido enseñado que en recordación al exilio babilónico fue nombrado luego por algún tribunal que no puedo aun identificar específicamente, como Tamuz.


Siendo que es permisible dentro de la tradición de nuestro pueblo que en asuntos halájicos, no directamente de la Torah, sino de interpretaciones de la Torah, un Tribunal Superior pueda abrogar la decisión de uno previo y siendo que los que seguimos las enseñanzas de Yeshua como nuestro Rebe superior y Mashiaj enviado por el Eterno a nuestro pueblo Israel tenemos con nosotros la halajáh de la llave de David que está en manos de Mashiaj, entonces creo mi deber proponer que haya una rectificación de esta decisión del tribunal antiguo y el asunto sea enmendado para bien de Israel y por el pronto regreso de Mashiaj.


Es un principio venido de Moshé, que los hijos de Israel no debemos siquiera mencionar el nombre de dioses paganos, sino erradicarlos de nuestro pueblo y de la memoria cultural de nuestros hijos y descendientes, porque perpetuar el nombre de una divinidad gentil en nuestro pueblo Israel, es una forma de idolatría. Y este es precisamente el caso cuando llegamos al sustantivo del cuarto mes de nuestro anuario que ha recibido la señal de Tamuz.


Identidad de Tamuz

Como sabemos, Tamuz fue y continúa siendo el nombre de una deidad babilónica que supuestamente, según la mitología, cuando llega el verano muere pero vuelve a resucitar cuando otra diosa, Ishtar, lo resucita al comienzo de la primavera. Entonces las mujeres babilónicas y egipcias, cuando llega el Verano, endechan la muerte de Tamuz y esas endechas forman parte del culto a esa deidad pagana. Tal adoración a Tamuz se extendió y popularizó muchísimo por todo el Medio Oriente e incluso logró penetrar en Israel por el pecado de Salomón, al casarse con mujeres paganas e introducirlas en Jerusalem y permitirles levantar altares a sus dioses extraños. Más tarde, el culto a Tamuz entre otras, fue una de las de las causas por las cuales Jerusalem fue destruida por Nabucodonozor.


Tamuz y la Destrucción de Jerusalem

La información que tenemos de esto se encuentra básicamente en el libro del profeta Ezequiel. Recordemos que Ezequiel fue un cohen –sacerdote- nacido en Israel y llevado cautivo a Babilonia unos seis años antes de la destrucción de Jerusalem y del Templo. Como sacerdote, conocía muy bien todas las instrucciones que el Eterno había dado con respecto a la santidad de los hijos de Israel, de Jerusalem y del Beit Mikdash. En su mente no era fácil concebir la idea del exilio y la inminente destrucción del Santuario. A no ser porque HaShem, bendito Sea, le mostró una serie de visiones, su corazón no habría podido sufrir las penurias del exilio, pero las confrontó con gozo y lamento, con duelo y esperanza. Gozo porque la Shekinah se le apareció y le fue mostrado que aun en el exilio, HaShem no abonaba a nuestro pueblo sino que más bien compartía el exilio con nuestros padres, indicando con esto que cuando el Santuario de Jerusalem se destruye, no obstante el Altísimo no queda sin templo, sino que cada uno de los hijos de Israel que guardan sus mandamientos, vienen a ser un santuario para morada de HaShem por su Espíritu y nuestras casas su réplica viviente. Esperanza porque al profeta le fue mostrado que los hijos de Israel eventualmente regresarían de Babilonia. Lamento y duelo porque el Eterno le mostró las verdaderas causas del exilio y la destrucción del Templo: el pecado de nuestro pueblo y especialmente de Jerusalem.


Así pues, el profeta es arrebatado por el Espíritu de Di-os para recibir una serie de revelaciones que mostrarían las razones que estaban del lado de HaShem para permitir que los paganos destruyesen el Beit Mikdash.


Causas de la destrucción de Jerusalem y el Templo

¿Cuáles eran esas causas que llevaron al Eterno permitir a incircuncisos destruir el más sagrado lugar que Adonai ordenó construir a Moshé y a Salomón? Al profeta le fue mostrado lo que estaba pasando en el Jerusalem y en el Templo. Así está escrito::


“Y me dijo: hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada. Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores”.


De aquí aprendemos que lo grande del Templo no es el edificio sino el que mora en ese edificio, es decir, la Shekinah. El pecado de Israel causa que la Shekinah se vaya del santuario. De la misma manera, la obediencia de Israel causa que la Shekinah se manifieste en el Santuario. Cuando nuestro pueblo se vuelva al Señor nuestro Di-os de todo corazón y de toda su alma, entonces la Shekinah nos visitará de nuevo y Su gloria cubrirá a Jerusalem otra vez.


Pero las abominaciones de Israel alejan de nosotros Su gloria y él tiene que retirarse del Templo y esconderse de nosotros para no consumirnos. Ha sido enseñado en la tradición de nuestro pueblo, que cada transgresión causa el retiro de la Divina Presencia desde su lugar más cercano a nosotros hacia los más lejanos.


Pero al mismo tiempo la vida de los justos, que según ha sido enseñado en la tradición de nuestro pueblo tiene el potencial expiar las transgresiones de su generación, propicia también su rectificación haciendo que la Divina Presencia se acerque a nosotros.


Es por esta misma enseñanza que entendemos cómo es posible que por la vida de Yeshua ben Yosef, llamado Mashiaj el Justo, nuestro pueblo Israel ha recibido expiación y rectificación que ha hecho posible que aquellos que reciben el testimonio que el Eterno ha dado de él, experimenten la cercanía de la Divina Presencia hasta el día de nuestra redención final y completa.


Pues bien, el Eterno está mostrando ciertas revelaciones al profeta Ezequiel que explicaban desde la perspectiva de Di-os, las causas por las cuales el Eterno había causado el exilio y estaba para permitir la destrucción de Jerusalem y del Santuario.


Así que el Eterno continúa mostrando al profeta otras abominaciones, y cada nueva que se mostraba iba siendo peor que la anterior hasta que llegamos a una de las más horrendas de todas. Se nos describe así:


“Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que éstas. Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Adonai, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz”.


¿Quién era éste Tamuz? El dios babilónico de la vegetación que como dijimos previamente, según la mitología, muere al llegar el verano y es resucitado por la diosa Ishtar al concluir el invierno.


La Abominación de Tamuz

El culto abominable a Tamuz tomaba varias formas dependiendo de la región. En ocasiones se camuflaba bajo el nombre de Adonis u Osiris; así pues, donde estas entidades paganas subsisten, detrás está Tamuz.

¿En qué consistía su culto? Básicamente eran las mujeres las encargadas de su celebración que incluían abluciones, endechas y lamentos por la muerte de su dios las que en ocasiones terminaban en orgías sexuales, cosa común en este tipo de paganismo.


La Ira del Eterno

Así pues, HaShem muestra al profeta las causas por las cuales el juicio ha sido decretado sobre Jerusalem y el Templo. Estas son las palabras que oyó Ezequiel:

“Y me dijo: ¿No has visto, hijo de hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado de maldad la tierra, se volvieron a mí para irritarme; he aquí que aplican el ramo a sus narices. Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz y no oiré”.


Así que ha sido un grave pecado de nuestro pueblo perpetuar el nombre de una divinidad pagana que fue una de las causas por las que la Shekinah de HaShem se alejó de Jerusalem y causó la ira del Eterno hasta consumirla juntamente con el Templo.


A los hijos de Israel nos está prohibido incluso mencionar con nuestros labios el nombre de los dioses de las naciones gentiles. ¿Cómo vamos entonces a perpetuar el nombre de un demonio babilónico en el almanaque sagrado del Altísimo? ¿Lo continuaremos provocando a celos? ¿Somos más fuertes que El?


Necesidad de Rectificación

Es necesario que esto sea finalmente superado y erradicado de nuestro pueblo Israel, porque a los judíos nos está prohibido caminar e imitar la conducta de las naciones paganas, ¡cuánto menos tomar el nombre de sus dioses y perpetuarlo en nuestras propias generaciones!


Aun si la intención fue recordar el dolor del exilio babilónico para que no nos olvidemos de lo que nos llevó allí y vivamos en santidad delante del Eterno guardando todos sus mandamientos y ordenanzas que nos ha sido dados, es una contradicción que tomemos precisamente una de las abominaciones que causó el exilio como memoria perpetuada en nuestro anuario.


¿Por qué no imitar el camino de Moshé y de los profetas que contaban los meses numéricamente, excepto el primero, que estuvo permitido llamarlo Aviv y desde el cual toman nombre numérico todos los meses del año según aparece documentado en la Tanak?


¿Por qué no imitar al eterno en el nombramiento de los días de la semana usando el sistema numeral y dejando el séptimo solamente con nombre regular, esto es el Shabat, siguiendo la misma halajá con respecto de los meses del año, para que así como el resto de los días toman nombre según sea su posición después del Shabat, así tomen los meses su nombre según sea su posición con respecto de Aviv?


Debemos rectificar esto y volver a llamar los meses de nuestro anuario siguiendo el modelo de Moshé y de los Profetas, esto es, primer mes, segundo mes, tercer mes y así sucesivamente, para que siempre la historia de nuestra redención de Egipto esté presente en nuestra memoria y en ella la esperanza de nuestra pronta y final redención con Mashiaj.


Por lo tanto, nosotros, los que formamos parte de esta gran familia que llamamos Alianza Mesiánica Israelita (AniAMI), comenzamos la rectificación previa a nuestra redención final, santificando el tiempo y llamando a nuestros meses conforme a la halajáh be Moshé mi Sinaí, que ha sido confirmada por medio de su Alteza Yeshua ben David, pues como ha sido expresado por Rav Shaul:


“Yeshua JaMashiaj vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad del Eterno, para confirmar las promesas hechas a los padres y para que los gentiles glorifiquen a HaShem por Su misericordia...”.

Este mes pues, que contrario a la halajáh be Moshé mi Sinai ha sido identificado y marcado con el nombre de un dios pagano, es el mes cuarto de nuestro anuario bíblico y así deberá ser conocido por nuestros discípulos propiciando con esto la rectificación de nuestro pueblo y contribuyendo a la pronta venida de Mashiaj, para que sea en nuestros días y puedan así nuestros ojos ver Su salvación.


Tiempo de Ayuno y Oración

En memoria de la destrucción de Jerusalem y del Templo, tanto la primera como la segunda vez, y en memoria de la orden para la expulsión de nuestros padres de España en el siglo 16, y en memoria de tantos hechos tristes y enigmáticos que han tenido lugar en nuestro pueblo estos días que vienen, comenzamos el día 17 del Cuarto Mes, un periodo de tres semanas de profunda reflexión, meditación y oraciones especiales que incluyen también dos días de ayuno, el primero para comenzar y el segundo para concluir estos días.


Estas tres semanas comienzan el 17 del Cuarto Mes y se extienden hasta el día 9 del Quinto Mes. Preparándonos pues para iniciar este periodo de oraciones especiales, permítame compartirles algunos principios que debemos seguir para su cumplimiento.


Comienzo del Ayuno

Debemos tener presente que todos nuestros días comienzan a la caída del sol de la víspera hasta la caída del sol del día siguiente.


Es costumbre entre los más piadosos de Israel comenzar el ayuno 90 minutos antes de la caída del sol y entregarlo 50 minutos después de su ocaso del próximo día.


En nuestro caso como Netzaritas, reconocemos que la resurrección del Estado de Israel en 1948, es un acto milagroso de Dio Altísimo que da inicio a nuestra redención final. Reconocemos que la redención de Jerusalén Oriental y su unificación en 1967, es la continuación de ese proceso de redención. Reconocemos que la nominación de Jerusalén como la capital única, eterna e indivisible de Israel, en 1980, por decisión del parlamentó israelí (Knesset), fue otro paso más hacia nuestra redención final. Reconocemos finalmente que el 6 de diciembre de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el reconocimiento oficial de Jerusalén como la capital de Israel y se ordenó el traslado de la embajada estadounidense desde Tel Aviv a Jerusalén, donde ahora se encuentra. Otros países, como Guatemala y Paraguay, han seguido ese ejemplo y cada vez más el status de Jerusalem ha sido establecido como anunciaron los profetas.


Además de eso, ya tenemos todos los preparativos listos para la reconstrucción del Tercer Templo, desde la piedra del altar principal, hasta las ropas de los levitas y cohanim y el cohen gadol.


Por tal razón, nuestro ayuno no tiene lugar cómo lo fue establecido, cuando ninguno de estos eventos había ocurrido. Por tanto, no ayunamos suplicando a Dio Altísimo nos traiga del exilio, porque eso ya fue respondido. No hay ya exilio. Los judíos en el exilio es una decisión voluntaria, no impositiva. No ayunamos para suplicarle a Dios que nos devuelva Jerusalén, porque ya la tenemos en nuestras manos. Por tal razón, nuestro ayuno tiene que darse sin excluir estos eventos históricos ocurridos en nuestra generación.


Para ello, sumamos solamente 6 horas desde la salida del sol y concluimos el ayuno para entonces. Al concluir el ayuno de forma más temprana, estamos agradeciendo al Eterno que esté cumpliendo ante nuestros ojos, lo que había prometido por medio de nuestros santos profetas.

PERMITIDO Y NO PERMITIDO

Según algunas autoridades, algunas comidas y bebidas pueden ser tomadas durante la noche del 17 siempre y cuando usted la pase en completa vigilia. Pero si usted va a su cama a dormir y luego se levanta, no está permitido comer ni beber. Es permitido beber algún café o jugo al levantarse.

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