Yeshua y el autismo
- AniAMI
- 28 jun
- 4 Min. de lectura
La visión de Yeshua sobre el autismo. Las enseñanzas de Yeshua sobre los niños: inspiración para familias con autismo.

Cuando se recibe el diagnóstico de autismo en un hijo, es natural que los padres busquen consuelo y comprensión espiritual. Muchos se preguntan: ¿Qué diría el Mesías Yeshua sobre un niño que se comunica de forma distinta? ¿Hay alguna palabra suya que nos permita ver esta condición con otros ojos? ¿Qué relación tiene Yeshua y el autismo?
La respuesta es sí. El Mesías Yeshua no solo valoró a los niños, sino que los puso como modelo espiritual para todo adulto. En este blog veremos cómo sus enseñanzas no solo consuelan, sino que elevan y resignifican la misión de cada familia con niños con autismo.
1. "Dejad que los niños vengan a mí"
“Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el Reino de los Cielos” (Meir/Marcos 10:14; Matiyahu/Mateo 19:14; Hilel/Lucas 18:16).
Estas palabras no solo son una bienvenida a los niños, sino una declaración espiritual: hay algo en el corazón de un niño que toca lo eterno. Muchos niños con autismo, aunque tengan dificultades para hablar o interactuar socialmente, viven desde una pureza emocional, una transparencia que revela una dimensión del alma que el mundo no siempre comprende.
Yeshua no mide el valor del alma por la capacidad de razonar, ni por el rendimiento social. Lo que Él valora es la disposición del corazón, y eso lo vemos cada día en estos niños que aman sin condiciones, sienten intensamente y viven sin fingimientos. Las palabras de Yeshua son vigentes hoy día, él no hizo acepción de niños ni los separo por categorías, Yeshua nuestro maestro enfatizo a la pureza del corazón y eso fue lo que recalcó.
2. "Si no os hacéis como niños..."
“De cierto os digo: Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos” (Matiyahu/Mateo 18:3).
En la pedagogía de Yeshua, el modelo del niño es superior al del sabio orgulloso. Esto se conecta con la visión rabínica de que el alma de un niño tiene una cercanía más directa con el Creador. Los niños con autismo, por ejemplo, que no siguen las lógicas sociales convencionales, muchas veces viven desde un plano más puro, más transparente. No manipulan, no ocultan, no pretenden: simplemente son.
Esto puede ser visto como un defecto en una sociedad que exige máscaras, pero desde los ojos de la fe, es una cualidad profunda que nos desafía a nosotros, los adultos, a volver al origen de la autenticidad.
3. "Revelado a los sencillos"
“Te alabo, Aba, Adon del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios e inteligentes, y las revelaste a los yeladim (niños)” (Matiyahu/Mateo 11:25).
Esta enseñanza es uno de los pilares espirituales más profundos de la Torah. Di-s revela sus secretos a quienes tienen corazón abierto, no necesariamente mente aguda. En muchos niños con autismo se manifiesta una sabiduría emocional, una espiritualidad intuitiva, una forma de sentir el mundo que no puede ponerse en palabras, pero que es intensamente real.
El error está en juzgar su alma por su lenguaje. Yeshua nos recuerda que la revelación divina no siempre se recibe a través de la inteligencia, sino de la sencillez.
4. El valor de los "pequeños"
“El que reciba a un niño como este en mi nombre, a mí me recibe” (Matiyahu/Mateo 18:5).
Cada vez que un padre, madre o educador abraza con amor a un niño con autismo, lo está recibiendo a Él. Esta es una afirmación poderosa que nos conecta con el servicio más sagrado: cuidar a los pequeños, a los vulnerables, a los diferentes.
Recibirlos con ternura es recibir al mismo Mesías. Es transformar la casa en un Mishkán (Tienda de encuentro). Es hacer del cuidado diario un mandamiento de amor.
5. Para los que se sienten cansados o solos
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Matiyahu/Mateo 11:28).
Para ti mamá o papá. Cuando estás agotado, cuando crees que no puedes más, cuando lloras a escondidas porque te sientes incomprendido... hay un lugar donde puedes descansar. Yeshua te invita a entregar tus cargas. Él, como hombre que sufrió, comprende tu dolor y tu misión. En las palabras del Mesias Yeshua de seguro encontrarás inspiración y motivación.
Conclusión
El Mesías Yeshua no solo habló de los niños: los exaltó. Su mirada dignifica el corazón puro, el alma sensible y la vida que no sigue el molde de este mundo.
Tu hijo con autismo no es invisible a los ojos del cielo. Es una joya preciosa, una manifestación viva del Maljut (Reino). Y tú, que lo cuidas y lo amas, estás cumpliendo un papel eterno.
En el próximo blog veremos qué dicen los sabios de Israel sobre las almas elevadas de los niños con autismo y síndrome de Down. Prepárate para recibir una mirada transformadora desde la Qábala Kosher y la tradición judía.
¡Sigue leyendo y deja que la esperanza siga creciendo en tu corazón!
Comentarios