Qabala Kosher y el autismo
- AniAMI
- 28 jun
- 3 Min. de lectura
¿Cuál es la perspectiva de la Qabala Kosher que enseña nuestro Rab Dan ben Avraham con el autismo? ¿Qué respuesta podemos encontrar en las enseñanzas profundas de la Torah en la Qabala Kosher y el autismo?

Para muchos padres, criar a un niño con autismo o síndrome de Down puede sentirse como entrar en un territorio desconocido. Pero dentro de la tradición judía, especialmente en la Qábala Kosher que enseña nuestro Rabino Dan ben Avraham, existe una visión transformadora: estos niños no son “diferentes” porque tengan menos... sino porque tienen más. Más luz, más elevación, más conexión espiritual.
En este blog, exploraremos cómo los sabios de Israel, desde la Qábala Kosher hasta líderes contemporáneos, han interpretado la condición de estos niños como manifestaciones del alma en un nivel más alto. Una perspectiva que da consuelo, pero también propósito.
1. La Qábala Kosher y los niños con almas especiales: Enseña que hay almas que descienden a este mundo no para ser corregidas, sino para iluminar. Estas almas no están "disfónicas", sino en una frecuencia espiritual distinta.
"Hay almas que no han venido a aprender, sino a enseñar. No a adaptarse, sino a recordar al mundo su verdad original."
El Rab Dan ben Avraham explicó en varias ocasiones que los niños con discapacidades severas, incluyendo autismo, podrían ser almas extremadamente elevadas. No están rotas; están protegidas. Viven en un nivel de pureza que el mundo no puede comprender.
2. La Qábala Kosher, con respecto a este tema, acentúa:
"La Qábala Kosher considera a los niños autistas como almas elevadas, casi como Malajim (ángeles), que no están tan apegadas al plano material."
Esta enseñanza ayuda a los padres a cambiar la perspectiva: su hijo no está limitado, sino resguardado. Su lenguaje diferente, su forma de mirar el mundo, es parte de una misión sagrada.
3. Voces rabínicas contemporáneas: Grandes Sabios contemporáneos, han impulsado la inclusión plena de niños con necesidades especiales en comunidades y escuelas. Enseña que estas almas elevadas no solo tienen valor propio, sino que despiertan la compasión, la empatía y la humildad de quienes los rodean.
Un gran rabino hablando sobre este tema dijo una vez:
"Algunos niños son enviados por Di-s no para ser transformados, sino para transformarnos a nosotros."
4. El alma no se mide por el habla: Muchas veces, padres se entristecen porque su hijo no habla, o no entiende las normas sociales. Pero como enseña la Torá:
“No mirará el Eterno como mira el hombre, pues el hombre ve lo que está delante de sus ojos, pero el Eterno mira el corazón” (1 Shmuel/Samuel 16:7).
El alma no se mide por el lenguaje ni la conducta. Se mide por su esencia. Y esa esencia es infinita. Es divina. Es digna.
5. Un mensaje para ti, madre, padre o cuidador: Si estás criando a un hijo con autismo o síndrome de Down, estás cumpliendo una tarea Kadosh (consagrada). Estás siendo testigo de una manifestación celestial. No todos pueden hacerlo.
Di-s te confió esta alma porque sabía que podrías amarla.
Y si en algún momento te sientes frustrado, cansado o con dudas, recuerda que no estás sol@. Estás cumpliendo una de las labores más elevadas: ser cuidador de un alma que vino del Cielo para hacer de este mundo un lugar más compasivo, más puro, más real.
Conclusión
La tradición judía no se queda en explicaciones médicas. Nos ofrece una mirada espiritual, trascendente. Y nos dice: tu hijo no es un error en la creación. Es un canal de luz.
Gracias por acompañarnos en esta serie. En los siguientes artículos abordaremos estrategias pedagógicas, herramientas de fe y recursos prácticos para acompañar a tu hijo con amor, comprensión y propósito.
¡Sigue leyendo, porque tu fe puede transformar tu camino!
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